Con este cuento la autora pretende recalcar la importancia del lenguaje materno en el desarrollo del niño y nunca olvidar, en palabras de la propia Francesca que contar un cuento a un niño es establecer un vínculo que durará para siempre.
El duende de las lenguas que se traban es el hechizo del paso del tiempo a través de los cumpleaños porque han pasado horas de horas y ya es mañana. Este personaje intenta, a través de sus encantos, confundir a los niños que comienzan a hablar para que sus lenguas se traben pero el tiempo dialoga con el duende porque los niños crecen, y debería continuar su trabajo en otro lugar donde algún niño comience a hablar.